Días de vino y rosas

Aprovechando que todavía no han empezado las clases, decidimos ir a visitar el Cerro de las Ánimas, el punto más alto de Uruguay que, buscando en internet, resulta ser el segundo por detrás del Cerro Catedral. Tan sólo a 501 metros del nivel del mar se levanta una pequeña montaña ubicada en una reserva natural a la que se puede acceder previo pago.

Desde la cima se podía avistar Piriápolis, un pequeño pueblo turístico cerca de la montaña, Punta del Este, la ciudad turística por excelencia, y, a lo lejos, Montevideo.

Cuando decidimos bajar, no teniendo muy claro como llegar a Piriápolis, anduvimos unos 5 kilómetros hasta llegar al mar, que todavía no es mar porque delimita la desembocadura del Río de la Plata y el océano Atlántico.

"¿Derecha o izquierda?" Es la pregunta que hace que un viaje se convierta en una aventura y no en un guión predefinido de antemano. "Izquierda siempre" dirían algunos. Esta vez fuimos a la derecha y a un kilómetro andando paralelos a la playa nos encontramos con un hostal que, aparentemente, estaba cerrado al ser todavía principios de la primavera. Finalmente conseguimos contactar con el sereno que se encargaba del mantenimiento de las instalaciones. 300 pesos la noche (12 euros) en un bungaló de seis con cocina, piscina climatizada, mesa de ping-pong, a 50 metros de la playa, sólo para nosotros, nos hizo dudar poco de que no existía un mejor sitio para pasar la noche después de un día cansado en la montaña.

A la mañana siguiente, independientemente de la temperatura, nos fuimos a la playa a bañarnos en el mar de agua dulce. Mucho sol, mucha playa, mucha paz.
Cansados de disfrutar de una inmensa playa sólo para nosotros, fuimos finalmente a Piriápolis a comer y agarrar ("coger" aquí tiene otro significado) el bus que nos llevaría de vuelta a Montevideo. El pueblo no tenía nada de especial, hicimos bien de, aunque sea una vez, ir hacia la derecha.


Mañana finalmente nos mudamos a nuestra nueva casa. Pronto pondré las fotos para que veáis la belleza de la casa colonial que hemos tenido la suerte de encontrar y la que espero que alguno de vosotros lleguéis a conocer.

Besos a todos, sin distinción ninguna, sin excluir a NADIE.

"Vendimos el alma a muy bajo precio,
siempre a todo trapo, cruzar a piñón por el medio.
Nunca el miedo nos frenó"

1 comentarios:

Kino 27 de septiembre de 2011, 16:55  

Si en monteVHS dices coger el autobús es una parafilia?

(Sonando: Poco pan y pésimo circo ;) )

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